PIEL DOLIENTE DEL MAR
La piel doliente del mar
derrama lágrimas
de tanto licor como bebieron
sus olas,
placer y sufrimiento,
fuego de sal sobre su busto.
El aliento de la noche
muerde su pubis
y penetra su cuerpo conocido y extraño,
cuerpo ya sin rostro,
que se queda y que huye
al mismo tiempo.