LA CASA DE MADERA SOBRE EL ÁRBOL
Donde nuestra memoria pide asilo
siempre habrá un nido al que trepar en busca
de un polluelo emplumado y una rama
quebradiza que nos traiga de vuelta
a la realidad de los semáforos
y las prohibiciones de los años.
Cosas de niños, árboles y pájaros,
la infancia es un país que ya no existe.