A Portrait of the “Here Was Troy” of Beauty
Translated by Madison Nimmo (University of Saint Andrews)
Face of white snow, but on a rook base,
a streak of soot where an eyebrow resides,
skin, at the point of becoming a hide,
silver, degrading into metal waste,
a drudge with loose and vulgar oration,
imitating the dressings of a raven,
with a complexion that is ruddy, greasy, graven,
and a phlegm-starched carnation.
With her golden locks having gone to spoil,
and an eye deserving a tail that coils,
she awaits nothing more than the kiss of a gargoyle.
Two weevil-eaten canine teeth,
a mouth as putrid as a rotting heath,
she is now a thistle, but was once a rose beneath.
Pinta el «aquí fue Troya» de la hermosura
Rostro de blanca nieve, fondo en grajo,
la tizne, presumida de ser ceja,
la piel, que está en un tris de ser pelleja,
la plata, que se trueca ya en cascajo,
habla casi fregona de estropajo,
el aliño imitado a la corneja,
tez que con pringue y arrebol semeja
clavel almidonado de gargajo.
En las guedejas vuelto el oro orujo,
y ya merecedor de cola el ojo
sin esperar más beso que el del brujo.
Dos colmillos comidos de gorgojo,
una boca con cámaras y pujo,
a la que rosa fue vuelven abrojo.