MEMORIA SELECTIVA
Era verano, había regado las plantas,
tomábamos una cerveza en el jardín,
los jazmines nos tocaban el pelo.
Me tomó los pies y los acercó
poco a poco a su boca.
El gato, con su lengua de lija, relamía el polvo
que un cacahuete había regalado a mi camiseta.
Los gorriones reunidos en el ficus,
lentamente felices.
Su saliva me iba dibujando flores,
ternura impúdica de tierra húmeda.
Y por más que lo intento,
no logro recordar la conversación.