ESA LÍNEA
Rompimos esa línea indefinible
que marca la prudencia.
Desde entonces, lamento
esa elegancia tuya al ignorarme,
la helada cortesía de un saludo,
y el beso que te doy, y no te roza.
Rompimos esa línea indefinible
que marca la prudencia.
Desde entonces, lamento
esa elegancia tuya al ignorarme,
la helada cortesía de un saludo,
y el beso que te doy, y no te roza.