PELIGRO
No me mires así, porque mi cuerpo
es hoy un polvorín
y sólo me faltaba la mecha de tus ojos
para ardernos.
No me mires así o no respondo,
y prendo la cerilla
y estallamos.
No me mires así…
no digas luego que no te lo advertí:
te juro
que puedo resultar muy peligrosa
¿a ti qué te parece si hacemos un paréntesis
para viajar de nuevo al Paraíso?
Te miro y me parece,
(y no te engaño)
que tengo el corazón
entre las piernas.