OFICINA DEL DÍA
Contable jubiloso del presente,
de las sinapsis portentosas;
tesorero del agua, de los rayos del sol,
soy un perro feliz, harto feliz
a pesar de las garrapatas,
de las neuronas que perdí
–mis estrellas extintas–,
de tantas grapas en el cráneo.
Carne de la palabra emocionada,
me desdigo y vuelvo a decirme,
llevaría la suma de los dones
eternamente enamorado,
bien de quimeras, bien de realidades.
Celebrar, celebrar…
Yo nunca cierro mi negocio.